¿Te
enfadas con frecuencia? ¿Te sientes ofendido con facilidad? ¿Te
irritas por un comentario que crees ofensivo? ¿Descargas tu ira a la
menor ocasión? ¿No tienes paciencia para escuchar? ¿Estás siempre
a la defensiva? ¿Sientes odio o resentimiento?
Aunque
tengas un buen motivo para irritarte, la intensidad del enfado
depende más del estado de tu hígado que de la faena que te hayan
hecho.
Algunas
de las funciones del hígado son ser distribuidor de
energía, hacer de filtro de la sangre, metabolizar los hidratos de
carbono y las grasas, etc. Cuando un exceso de grasas o de proteína
animal lo satura, la energía se bloquea y provoca sensación de
irritabilidad y, en casos extremos, hasta de cólera.
Según la
antigua medicina china y estudios clínicos recientes, la
irritabilidad expresada o contenida, suele deberse a un mal
funcionamiento energético u orgánico del hígado. Es por eso
que ante una misma situación crítica, diferentes personas
(=diferentes hígados=diferentes dietas) reaccionan con grado
diferente de irritabilidad.
Así
que un hígado que trabaja en armonía se manifestará en una persona
amable, paciente y comprensiva. Un hígado saturado de trabajo dará
lugar a una persona impaciente, irritable e intolerante.
Diversos
autores (ver abajo lecturas recomendadas) nos hablan de la estrecha
relación entre las emociones, la salud y el tipo de alimentos que se
ingieren. Así lo demuestran los últimos avances en medicina
psicosomática.
Podemos
considerar dos direcciones en la relación alimento-órgano-emoción.
Es decir, un determinado alimento energiza o descarga un órgano
especifico lo cual afectará en las emociones y el comportamiento del
individuo. Y al revés, una determinada emoción o actitud positiva
ante la vida afecta de forma benéfica en los órganos, pero si el
estrés predomina llega la enfermedad.
Los
alimentos que dan salud a los órganos nos mantienen alegres y
energéticos. Los alimentos que cansan o embotan a un órgano
determinado nos quitan energía, degeneran el cuerpo y el estado
psíquico.
También
la cólera contenida es un síntoma de hígado saturado. La sufren
quienes van acumulando frustración y rabia sin exteriorizarlas. Esas
personas hacen un enorme esfuerzo, consciente o inconsciente, para
reprimir en su interior cualquier emoción que considere no adecuada.
Esto se puede manifestar en el cuerpo en forma de digestión pesada,
acidez estomacal, estreñimiento, hemorragias intestinales o dolores
hemorroidales. La contención excesiva de las emociones y el bloqueo
energético del hígado están estrechamente vinculados.
Los
estados psicológicos y los energéticos, derivados del tipo
alimentación que seguimos, se influyen mutuamente.
TRATAMIENTO
DIETETICO PARA LA IRRITABILIDAD
Tratar
la irritabilidad es fácil. Simplemente hay que dejar de
comer durante unas semanas los alimentos que
provocan embotamiento del hígado: grasas, exceso de frutos
secos fuera de temporada, alimentos fritos, proteínas animales
(huevos, lácteos, carnes de mamíferos, aves y peces), bebedas alcoholicas, azúcar
refinada y productos que la contengan.
La
carne es un generador de agresividad debido a su composición y
naturaleza. También los frutos secos provocan irritabilidad, sobre
todo cuando se comen en exceso y fuera de la temporada otoñal,
exceptuando la almendra que es menos grasa y caliente que la nuez y
la avellana. Estas últimas son más calientes y tienden a calentar
el hígado.
Conviene
tomar proteína vegetal y eliminar los derivados cárnicos. Para
ello se recomienda el consumo de legumbres como
soja verde, azuki y frijol americano. No es recomendable el abuso de
judías, lentejas y garbanzos europeos por ser calentadores del
hígado.
La
dieta debe permitir que puedan ser eliminadas las toxinas que no ha
filtrado el hígado cargado. Por ello es importante el consumo
regular de verduras frescas:
apio, espárragos, alcachofa, diente de león, cardo, cebolla, ajo,
rábanos, remolachas, etc.
Otros
alimentos óptimos para personas irritables son
los cereales integrales
biológicos: avena, trigo, cebada, arroz, etc.
Pequeñas
cantidades de algas se
deben emplear en la cocción de cereales o de legumbres o en las
sopas. Durante la cocción las algas desprenden alginatos y otras
sustancias que tienen la capacidad de atraer las toxinas y facilitar
su eliminación.
Las
infusiones
depurativas son
ideales para ayudar al hígado en su trabajo. Las mejores son
desmodium
adscendens,
boldo, diente de león, alcachofa, cardo mariano, cúrcuma, jengibre,
etc.
Si
no somos capaces de eliminar totalmente de nuestra dieta la proteína
animal, deberíamos ingerir alimentos que ayuden a la digestión de
las grasas animales: vegetales amargos, rábanos, endivias, diente de
león, alcachofas, un poquito de shoyu, agua con limón, etc.
Pero
si seguimos tomando fritos y proteína animal siempre existe la
posibilidad de generar irritabilidad. Los animales al ser
sacrificados de forma violenta segregan hormonas como la adrenalina
que luego ingerimos al tomar su carne y ello nos pone en estado de
inseguridad e irritación.
Si
se precisa de antídoto para un enfado momentáneo, un jugo recién
hecho de manzana y lechuga consigue sedar de forma rápida la energía
del hígado.
Es
muy aconsejable pasar un día a la semana ingiriendo solamente jugos
recién hechos de hojas verdes de hortalizas ecológicas: lechugas, acelgas, espinacas, coles,
diente de león, etc. Se puede añadir el jugo de una manzana para
endulzar el sabor. Los jugos verdes son el depurativo mas eficaz para
nuestro organismo.
La
paz interior que tanto buscamos está estrechamente relacionada con
el tipo de alimento que ingerimos, si de verdad deseamos esa paz,
tendremos la voluntad de generar un cambio en nuestras costumbres
alimentarias.
TRATAMIENTO
YOGUICO PARA LA IRRITABILIDAD
Practicar
yoga ayuda a canalizar la energía del ser humano. Si consideramos la
ira como un tipo de energía bloqueada por un mal funcionamiento del
hígado, podremos ver el trabajo con yoga como el principio para
solucionar cualquier desequilibrio emocional o energético.
Leer más sobre practicas de yoga para la irritabilidad en:
Libros
recomendados:
Montse
Bradford, "La alimentación y las emociones", Ed. Oceano
Ambar
Jorge
Perez-Calvo Soler, "Nutrición energética y salud", Ed.
Debolsillo
Christian
Flèche, "El cuerpo como herramienta de curación", Ed.
Obelisco
Ruediger
Dahlke, "La enfermedad como símbolo", Ed. Robin Book
Videos
recomendados:
Lecturas
recomendadas:
http://milagrosdelyoga.blogspot.com.es/2013/04/medicina-para-conquistar-salud-y-alegria.html
http://www.monossabios.com/20_La_regeneracion_de_la_sangre.html
https://hermandadblanca.org
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